sábado, 25 de febrero de 2012

Hay posdatas que deseas que no acaben, cartas que deberían ser infinitas.

Y más, si aún lo tienes todo por decir. Más, si no has empezado a escribir.

lunes, 20 de febrero de 2012

"Una de las partes más difíciles de la vida es decidir si alejarte o intentarlo un poco más"

jueves, 9 de febrero de 2012

Anónimas

X corrió, desde la clase hasta la cancha de baloncesto, necesitaba decírselo, darle un abrazo, era el último día de clase y solo pensaba en que no iba a ver a Y al día siguiente, y probablemente al otro tampoco. Daba igual que en el verano tuvieran planes juntos, iba a echar de menos verla, todas las mañana, en todos los recreos. Solo fue capaz de darle un abrazo y llorar. No pudo decir que estaba enamorada, que no solo era amistad, que no podía controlarlo. No pudo decirlo porque no lo sabía, no lo entendía.

Solo sintió vergüenza. Por las lágrimas descontroladas, por hacer un drama, por sentir tanto.
Lo cierto es que no era su culpa, y tardó tiempo en aceptar que podría controlar el que sus piernas corrieran, sus mano se estirara o que laringe-boca-lengua-labios actuaran. Pero lo que su cerebro quisiera  no estaba bajo su mando.

Diez años después, sintió lo mismo. Esta vez quería correr, no sabía muy bien si detrás de W o simplemente dirección al aeropuerto. En esta ocasión las lágrimas se hubieran congelado, igual que se congelaron sus piernas. Porque no corrió. Espero el tren que pasó demasiado tarde.

Esta vez solo pensó, aceptó que no iba a poder controlar los antojos de su sistema límbico.

Y se sintió orgullosa. Por sentir tanto, por la necesidad del drama, por las ganas de llorar. Y por no hacerlo.

Se dio cuenta de que había cerrado una de las curvas de esos círculos que le encantan a Z, que había encontrado lo que A, B, C no tuvieron nunca.

Obstetricia

Del latín: 'la que está delante esperando de pie'

Yo, mejor espero sentada.

viernes, 3 de febrero de 2012