Me pasaría los 10 días comprobando una y otra vez que no hay nada más suave que tú.

Escupe fuerte, llegará alto y claro.

Mientras unas se van dando cuenta de que no todo es verguenza debajo de las sonrisas tímidas, otras entienden que detrás de las chicas duras hay alguien que necesita abrazos.
Aunque lo segundo, no es estrictamente necesario.

Vuelta a casa

Hoy no me duerme ni la Cello Suite No. 1 In G Major, BWV 1007: I. Prelude.

A veces me pasa que lloro y no sé si es de alegria, tristeza, agobio, ansiedad, angustia, melancolía, todo junto, o  es solo porque me sobran lágrimas que en otra época acostumbraban a coger aire con más frecuencia.

Cosas perfectas

Encontrar unos labios que también quieren besarte cuando te decides a girarte en la cama.
La reciprocidad es sumamente maravillosa. Los "y yo también" sentidos, están infravalorados.

No quiero desgastar mis labios
con besos
que no hacen
que explote
todo
de nuevo
en mi.

No es que me olvide de ella, simplemente no existió.
No al menos en mi vida consciente, porque esa semana fue un sueño.

Volvemos en 3 minutos

Estoy cansada de ser el intermedio, creo que vuelvo a estar lista para salir de los anuncios.
Y no pido el papel principal.
No necesito que sea una saga de 6 entregas, me conformo con un cortometraje.
Eso sí, por favor, que tenga comienzo, desarollo y desenlace, y que no deje con unas ganas insaciables de más, quiero que sea de esos que te dejan con una sonrisa y buen sabor de boca.

Las 4 en Canarias

En Barcelona hay mucho ruido, no dejan de pasar coches, las ambulancias suenan 24 horas y la Avenida Meridiana siempre está llena de taxis. Tengo un vecino que toca la guitarra eléctrica, otro el saxofón y mi compañero de piso el trombón de vara. Sé cuando se usa el ascensor, si los niños de arriba caminan descalzos, y a qué hora y qué días se ponen las lavadoras en el tercero segunda.

Pero a las 5 de la mañana, en La Sagrera, se oye lo mismo que en Guajara.
Y es solo en este momento, cuando consigo oírme pensar.

Ahora queda traducir, ordenar, entender y transcribir.

Pero eso lo dejamos para otro día a las 5am.

Mi intención es volver a conocerte, que no es lo mismo que reconocerte.
Quiero saber quién eres ahora, y cómo piensas. Y que por el camino, lo averigües tu también.

Mi intención es darle superficie sólida a eso que lleva años aguantándose por arte de magia.
Y anoche, con un abrazo, me diste pista libre. Despeguemos entonces.

Solo me queda Granada

Hoy mejor lo pasamos por alto.
Hoy vamos a estudiar en pijama en una isla naranja.
Mañana ya le volveré a dar al play y seguiré viviendo.
Hoy, simplemente me voy a parar a pensar.
O mejor no.

Hoy, vamos a no tenerlo en cuenta.

Mejor no decir las cosas claras, no se vaya a entender bien lo que pretendía expresar.

94% de humedad

No es lo mismo mojarse de fuera hacia adentro que estar empapada de dentro hacia afuera.
Todo el mundo escribía sobre humedades últimamente, y yo hoy jugué a fútbol en una piscina.
¿Qué hay más húmedo que tener las gafas empañadas?
El deporte es un gran sustitutivo, de todo.
Y también hace sudar, por cierto.

Cosas que merecen la pena

Correr por medio Madrid para un abrazo de minuto y medio.

Las despedidas en una estación de tren son más de película que las de aeropuerto.

Rodalies y línea azul

El mismo trayecto. Con mis manos en tus bolsillos se hacía mucho más corto.

Las 4 esquinas

A estas alturas no sé si corro, si salto o si voy por la vida haciendo el pino.
Sobre estas fechas siempre me da por ponerme a mirar atrás, a comparar, a recordar...pero algo ha cambiado, y sólo pienso en planes, y además, inmediatos. Da igual el año que viene, da igual el mes que viene.

Ahora, martes, vengo de una fiesta con gente a la que no conocía, y con la que (sin haber empezado a beber) he reído, he hablado y me he sentido cómoda. Ya habiendo bebido (y con pijama de quirófano incluido) he bailado y reído como si los conociera de toda la vida.
Creo que de eso se trata.

Y si hay cosas que no entiendo, paciencia, ya me las explicarán, y me quedaré muerta.

Y si hay cosas que no llegan, un día, cuando menos me lo espere, recibiré un aviso de entrega.

Últimamente mucha gente habla de malabares, y yo...a estas horas simplemente soy capaz de ponerme el pijama.

Abrazos que no abrazan

Otoño otra vez

Era demasiado pronto para poner el edredón.
Como se nota que octubre está al caer.

Funambulismo

Ya no hay colchonetas que valgan, se camina por la cuerda floja. Cada paso es un mundo, y unos 70 centímetros menos para llegar a la siguiente parada.

Puedo sola, pero normalmente no me atrevo si no me lleva alguien de la mano. No tengo la necesidad de elevar mi arousal, pero en este caso voy a ponerlo a prueba, quizás no sea tan introvertida como pienso.

El menos común de los sentidos

Echaba de menos a esas personas que llegan y te devuelven la ilusión, te recuerdan que estás haciendo lo correcto, que estás donde querías estar, y eres como quieres ser.
Echaba de menos a los profesores que se iban por las ramas y enlazan el Código de Hammurabi con la epilepsia, que opinan sin pelos en la lengua, que te señalan y hacen preguntas en clase (y gracias a eso consigues aguantar una clase a la hora de la siesta).
Necesitaba comprobar que hay médicos que aman a las personas, y ya después su profesión.
Menos mal que llegó a tiempo para que me de cuenta de que estoy tardando en volver a ser la estudiante que quiere saberlo todo y ya.

Y no, el doctor no es catalán.

Insuficiencia Cardiaca Congestiva

No es imposible controlar el ritmo al que late el corazón
Dificil, pero no imposible.

Pero si decide pararse o latir a tal velocidad que sea hemodinámicamente insostenible, nada podremos hacer.

Sé que hay cosas que no voy a poder controlar, y mejor así...porque como mi sonrisa y aparente calma sigan con el monopolio de mi cara, acabaré vomitando lágrimas.
Solo me da miedo no poder parar, así que por si acaso, pongamos el sueño como límite

Que me alucina que sepas hasta de rugby.

Me había desacostumbrado a la cara de tonta, a las cosquillas en la barriga, a recordar los sueños, a recibir mensajes, a estar en la cabeza de alguien.
Pero no me importa volver a acosumbrarme.

Ni que tuviera elección.

La luna es la misma en todos lados, pero en Granada sé que brillará más.

Para todo lo demás

Su ropa empieza a oler diferente y el "aquí" y "allí" se confunden.
Ya no vuelve a casa, ahora es el piso.
No hay una cama debajo, y ya el salón no es suyo.
Puede tener la luz de la habitación encendida, pero no hay de todo siempre en la nevera.
Su número empieza por 93

Parece que pegó el estirón.
No es la misma, pero es la primera vez que es ella.
Dice que ahora puede ser quien quiera ser.

Y yo, ya con toda la calma del mundo, me lo creo.