lunes, 19 de marzo de 2012

Hoy me acordé de que no te gustaban mis rodillas.

Y me di cuenta, de paso, que hiciste de todo por borrarme de tu vida
mientras dejabas una huella imborrable en la mía.
No tengo ni idea de quién eres,
pero que sepas que alguna vez echo de menos quien fuiste.

No sé por qué ahora, esta noche.
O si lo sé, y duele.

1 comentario:

  1. No me gustaban tus rodillas.
    Sin embargo tus manos era de las cosas que más me gustaban de ti. También tus ojos, tus rizos, tu letra.
    Cuando una persona borra a alguien de su vida, estas cosas nos las recordaría con una sonrisa. (Me ha hecho gracia eso de las rodillas, jaja).
    No sé si meterte la parrafada o dejar las cosas tal cual.
    No sé si ha sido coincidencia que te hayas acordado de mí justo este día, pero me alegra.
    Que te hayas acordado de mí, digo.
    Te acuerdas cuando te decía que odiaba que las personas cambiaran, que yo nunca lo haría? Me equivocaba. De hecho creo que es justo y necesario que las personas cambiemos. Lo malo es que nunca se sabe si para bien o para mal.
    Creo que si al final de todo te sientes bien con quien eres ahora, es que ha sido para bien. Para mejor y eso.
    Todo el tiempo que pasamos juntas me atormentaba la idea de que tu estuvieras dejando tanto hueco en mí y yo en ti nada. Siempre lo he pensado de todas las personas importantes que he conocido en mi vida. Era como si mi manera de querer fuera tan intensa, incluso para mí, que era imposible sobrepasar los límites. No sé si me explico.
    Y si me conoces sabes que a veces necesito estas cosas para darme cuenta de los huecos que sin querer yo he proporcionado a la gente que me ha querido.
    No sé cómo explicarte que no te he borrado de mi vida. Ni quiero. Es simplemente que cuando caminas mucho en una dirección cualquiera, después todo lo demás te parece que está lejos. No que no exista. Solo que está lejos. Por eso sé que Barcelona existe aunque esté lejos y quiero que sepas que siempre que pienso que estás ahí me alegro por ti. Siempre quisiste vivir en esa ciudad.
    No sé si será muy paternalista decirte que estoy orgullosa de ti. De lo que creo que has conseguido y de lo que luego me contarás, en medio de un café en la cocina de casa.

    Nada más, creo.
    Que gracias. Por esto y por, a pesar de las cervezas de anoche, el mensaje de esta mañana.

    =)

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